¡Vaya par!

Leo que el mayor mentiroso del gobierno, que ilustra el título de esta página, presentó ayer el resultado de un estudio pionero en España: los inmigrantes musulmanes se sienten adaptados a la vida española y valoran nuestras instituciones. ¡Échale guindas al pavo! Me siento atraído por la noticia e investigo. Me adentro en las entrañas de la encuesta, realizada por una empresa denominada Metroscopia -imaginen de quién cobra- y en uno de los cuadros, veo, leo, asómbrome con las siguientes aseveraciones:
El 84% piensa que "la religión islámica es perfectamente compatible con la democracia y los derechos humanos"; el 85% piensa que "es perfectamente posible ser a la vez buen/a musulmán/a y buen/a español/a"; y el 85% piensa que "la violencia es una forma absolutamente inaceptable de defender o difundir las creencias religiosas".
Ante lo cual, como en el caso de los etarras, deduzco que "qué buenos son los musulmanes españoles, qué buenos son, respetan la Constitución".
Vamos a ver si nos aclaramos.
¿Conque la religión es compatible con la democracia y los derechos humanos?
Pues explíquenme cómo casa ese respeto a los derechos humanos con el deseo de, por ejemplo, aniquilar Israel.
¿Conque es perfectamente posible ser a la vez buen/a musulmán/a y buen/a español/a? Pues explíquenme cómo se puede ser a la vez buen musulmán y español si aprobamos la superioridad del hombre sobre la mujer. ¿O qué dice la Constitución?
¿Conque la violencia es una forma absolutamente inaceptable de defender o difundir las creencias religiosas?
Pues explíquenme cómo es posible que el jueves los terroristas suníes asesinaran más civiles iraquíes en 15 minutos que los que mataron las bombas americanas en todo 2006.
Miren, sr. Rubalcaba -¿o RuGALcaba?- y sr. Toharia; tómenle el pelo a otros, que yo ya estoy calvo. Los musulmanes pueden decir, y ustedes creérselo, lo que les venga en gana. Pero del dicho al hecho, ... Seamos serios.