Jódete, Cebrián, y vigila más tus medios

Gran alegría me produce la noticia sobre el archivo de una querella contra Jiménez Losantos presentada por este gran demócrata de los medios llamado Cebrián, de quien me gustaría volver a oir su opinión sobre las tertulias cuando éstas empezaban en las emisoras de radio -recuerdo la "mesa de trabajo" de Antonio Herrero, q.e.p.d.-; bueno, en todas, menos en una. ¿Adivinan de cuál se trata? Eso sí, ahora hablan de sus tertulias como si las hubiesen inventado ellos.
Pero a lo que vamos. Reitero mi alegría y le aconsejo al hombre éste de Prisa que en lugar de a presentar querellas, se dedique a controlar un poco sus medios, como la cadena ser y su web, para que hagan titulares acordes con la realidad, o por lo menos, con la noticia que explican dichos titulares.
En numerosas ocasiones he comentado este afán manipulador de la cadena ser, pero me ha llamado mucho la atención la diferencia entre los titulares y las noticias que han dado en relación con los fuegos de las Canarias de estos días atrás.
Observen. El titular de una noticia del 2 de agosto dice: El Cabildo de Tenerife asegura que sólo un 20% de las 15.000 hectáreas afectadas estarán realmente quemadas. Cualquiera que oiga esto se pone contento y piensa que menos mal, que podría haber sido peor. Y, generalmente, deja de leer. Aquí está el problema. Porque en el desarrollo de la noticia, textualmente ponen: El presidente del Cabildo de Tenerife ha mostrado su esperanza de que "sólo un 20% de las 15.000 hectáreas afectadas estén realmente quemadas.
Me he vuelto loco y no he encontrado en ningún diccionario de sinónimos que "asegurar" lo sea de "mostrar esperanza".
Pensé en un error momentáneo, pero al día siguiente, 3 de agosto, leemos en el titular que El presidente del Cabildo de Gran Canaria redujo la estimación de las hectáreas afectadas a 16.000, de las que sólo estarán verdaderamente quemadas el 50%., para en la noticia escribir que sólo 16.000, de las cuales espera que un 50% estén verdaderamente quemadas.
Vuelta a los diccionarios y vuelta a la locura de no encontrar ninguna relación sinónima entre "estar verdaderamente" y "esperar que estén".
Pues eso, sr. Cebrián. Deje usted a los periodistas de otras empresas y arregle lo que tiene en casa, que le va a faltar tiempo. Por lo menos, siendo usted un académico de la lengua, trate de que en su casa respesten dicho idioma y no mientan, que son unos mentirosos.