Rezo por ti, Miguel Ángel
Mirándote a los ojos -yo sí puedo hacerlo; algún mal nacido traidor maleducado no-, elevo esta oración a Dios, en el que yo sí creo, y al que le ruego ayude a los tuyos. Por extensión, nos ayudará a todos.
Señor, que tu infinita bondad nos consuele en el dolor de esta muerte inesperada e ilumine nuestra pena, con la firme confianza de que nuestro hermano Miguel Ángel Blanco Garrido, vive ya feliz en tu compañía. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home